Mujer Caoba

sábado, 2 de octubre de 2010

¿Pensar?

El pensamiento es una vaina, y digo vaina porque ¿Quién sabe? Al menos yo no sé ¿Cómo pensamos? ¿Por qué pensamos? ¿Pienso luego existo?...




El pensamiento parece autónomo a mi voluntad, a lo mejor a ti no te pasa, pero yo no puedo controlar mi pensamiento, es decir, pienso que quiero pensar y pienso, pero pienso que no quiero pensar e igual continuo pensando, incluso cuando pienso en no pensar estoy pensando.



¿¡Entonces hombres y mujeres estamos condenados a pensar!?



No sé si a ti te pasa también, pero no puedo ordenar a mi pensamiento siquiera los tópicos en que pensar, puedes tratar, sí, pero pronto si el objeto que elijes no es del agrado o preferencia de tu pensamiento él por sí mismo anarquiza y elije otro tema.



Tamaño joder, porque esto ocurre en los momentos menos oportunos: mientras completas un examen, cuando habla tu profesor de matemática, dices una mentirilla, a tu profesor se le ocurre preguntarte algo, cuando tratas de hacer la tarea o escribir, cuando deseas con todo tu corazón olvidar a alguien o deseas ser detallista y fijarte en algo importante, de madrugada cuando intentas entregarte a Morfeo… no puedes dormir, no puedes pensar en lo que quieres, no puedes poner atención ¿Por qué? porque Don pensamiento se impuso.



Pareciera que pensamos con el alma, pero no, en todo caso el pensamiento sería como un alma del alma y eso ya sería otra compilación porque tendría que pensar en Platón…



Vale señalar que a Marx se le olvidó hablar de la lucha de poderes que se da en el pensamiento, al parecer los y las mejor informados y doctos de conceptos poseen menor dominio de su pensamiento (y nosotros de pendejos creemos que es labor intelectual, no. la intelectualidad es una condena), es algo así: si solo conocemos el rojo y el verde, o piensas en rojo o piensas en verde, es la ley de la probabilidad, pero si conoces blanco, negro, amarillo, rosa, naranja, azul, morado… no puedes tener dominio alguno, cuando intentes pensar en rojo el amarillo y el verde se unirán para que pienses en naranja y si decides pensar en naranja pues tu pensamiento preferirá el rosa.



¿Ves lo que digo? Piénsalo, si es que puedes.

Yo debo dejar de escribir porque al tirano gruñón de mi pensamiento le dio por pensar en…

1 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio