Mujer Caoba

miércoles, 30 de septiembre de 2009

MUJER: ¿Qué es ser una mujer? ¿Son todas las “MUJERES”, mujeres?



Feromonas, óvulos, vagina, útero, mamas (tetas o senos), Y, son solo sexo. No es una condición que defina propiamente a la mujer, como tampoco la define su condición reproductora, materna, esposa, novia, ama de casa… una mujer es más, mucho más que todo esto.





La propiedad privada que trajo como consecuencia el patriarcado nos impuso roles, dividió, jerarquizó e implantó un sistema ideológico conveniente para los hombres: hombre-productor, mujer-reproducción, producción-poder, reproducción-sumisión.



Este sistema desarrollado en las familias, desde la prehistoria ha trascendido de manera tal que se ha convertido en una barrera casi infranqueable para las mujeres de todas las épocas: las feministas sufragistas, de la ilustración, marxistas, radicalistas… nunca ninguna mujer, ha podido saltar este muro enorme que la hace sentir, ver y parecer sólo REPRODUCCIÓN.



Nuestra sociedad nos hace creer en esa patraña antiquísima “mujer-madre-esposa” y sucede que muchas mujeres no han logrado nunca ver en sí mismas de manera integral a La Mujer. Todavía se piensa que la mujer está destinada a ser madre o esposa y que sólo podrá ser una mujer completa si cumple con estos roles sociales, que en la mayoría de los casos limita sus otras múltiples e infinitas posibilidades de desarrollo social, psicológico, intelectual y humano. Con esto no quiero decir que ser una madre o una esposa sea en sí un limitante, no. Lo que lo hace un limitante terrible es el raciocinio machista predominante y aparentemente perpetuo.



Simone de Beauvoir en “El segundo sexo” lo expresa de esta manera:



“la mujer es el esclavo; que no puede ser sujeto. No trasciende porque es la otra, es la otra porque esta oprimida, esta oprimida por ser madre, esposa…”



Independientemente de que por alguna clase de enajenante convención, un grupo de mujeres se sientan cómodas con su rol de madre, esposa, ama de casa. No hace menos cierto que son justamente esos roles los que nos mantienen estancadas y oprimidas. Aunque pueda en el siglo XXI parecer que hemos avanzado (relativamente), no hemos logrado establecer roles que nos permitan ser madre y sujeto a la vez, ser esposa y sujeto a la vez, porque está comprobado que una vez una mujer se convierte en esposa y madre, por más que trabaje, por más que se desarrolle y luche, se transforma en objeto social y familiar.



Entonces ¿Qué es ser una mujer?, consientes de que somos más que reproducción, debemos trabajar para definirlo. ¿Son todas las “MUJERES” mujeres? Según el enfoque social actual es posible que sí, pero lo cierto es que la mayoría no entiende o no le interesa entender la verdadera connotación de SER MUJER.

viernes, 18 de septiembre de 2009

En la Republica Dominicana la vida de la mujer no cuenta.


Mi vida, mi derecho, mi dignidad, mis deseos y aspiraciones, mi futuro no cuenta y no sólo el mío, el de miles de mujeres, niñas y adolescentes.






La vida de una mujer no vale más que una zona franca, porque eso es lo que somos las mujeres para nuestro excelentísimo presidente Fernández, para la iglesia católica, para los y las legisladoras/res que votaron a favor del retroceso, de la opresión femenina, de la objetización de la mujer; para todos y todas que votaron a favor del Art. 30 (hoy Art.37) que protege la vida desde la concepción hasta la muerte, para como dijo uno de los “mensajeros de Dios” dar acta de nacimiento a muchas criaturas.



¿Y la mujer qué? El Art.37 da acta de defunción a millones de mujeres, pero a ellos y ellas no les importan, porque al final no somos más que zonas francas de óvulos y espermatozoides, somos reproducción y nada más, ese es nuestro único derecho.



La Constitución de los dominicanos (no de las dominicanas) es el Génesis de unos y unas, y el Apocalipsis de miles y miles de mujeres (pobres en su mayoría).



Nuestros legisladores y legisladoras aprobaron en segunda lectura el artículo 30 de la nueva constitución (la más atrasada y conservadora desde Trujillo) proyecto que fue propuesto nada más y nada menos que por el Doc. Fernández asesorado claro está, por el López purpurado.



A partir de hoy intentar controlar nuestro cuerpo (su capacidad reproductiva) será un delito constitucional, ya que muchos métodos anticonceptivos están prohibidos por la misma, desde hoy un embarazo y una enfermedad como cáncer uterino y muchas más tendrán como destino único la muerte de la madre y posiblemente también del feto, por la imposibilidad de la mujer y del médico de decidir el procedimiento adecuado, ya que nuestra constitución penaliza el aborto terapéutico. Y de este modo queda confirmado, no son divagaciones mías, ni de Aída, ni de las feministas “Una mujer está sola” muy, muy sola.



Hoy la opresión, el machismo, la ignorancia, el oscurantismo barroco de la iglesia católica y de nuestro gobierno “DEMOCRATICO” me hiere, me asfixia, me punza el vientre y la espalda, pisotea mi derecho, mi vida. Me impone un destino. Y todo en nombre de Dios, como en las cruzadas.



Lo que estos y estas retrogradas/os no saben o no quieren saber es que Dios es mujer y está en todos y todas los y las que clamamos libertad, justicia y equidad. Y esa Diosa que no está distante en un frío y lejano trono en los cielos, esa Diosa que está aquí en cada uno y una de nosotros y nosotras, sufriendo y padeciendo junto a mí y a todas, la opresión, la inequidad, el machismo y el oscurantismo. Ella nuestra Diosa que no es de unos pocos y pocas, sino de todas y todos, nos dará la fuerza y entereza necesarias para seguir luchando, clamando y exigiendo mi derecho y el derecho de cada mujer, a ser dueña de su cuerpo, a que su derecho ciudadano sea respetado, porque nuestra vida también cuenta.